miércoles, 29 de agosto de 2007

El poder de las palabras

El universo no tiene moral. Nuestra moralidad es la voluntad humana por el cambio. El poder de crear. Y para crear algo tan solo debemos desearlo.
Todo deseo comienza por una emoción que acaba siendo un sentimiento. Un sentimiento que nos mueve a pensar en él. Y ese pensamiento podemos traducirlo en palabras. Unas palabras que podemos expresar y que les damos forma desde nuestro interior al mundo exterior. Esas palabras para manifestarse han influido en lo que nos rodea y, cual gota de agua que cae en un lago en calma producirá ondas que poco a poco provocarán un cambio en el mundo.
La vida es constante cambio. Pero algo de poder tenemos para influir en ese cambio de la forma que deseemos. La palabra es divina y su poder puede ser positivo o negativo. Y como todo poder que implica creación en un deseo explícito del creador una vez liberado no puede deshacerse. No puede hacerse desaparecer, solo transformarse. Y en ocasiones esas palabras que dijimos pueden llegar a formar vida propia. A construir algo e incluso a destruir algo.

Un deseo

Y tras frotar la lámpara maravillosa el genio apareció y se ofreció a conceder cualquier deseo...
Un deseo, dos deseos, tres deseos...¿Cuántos deseos rondan nuestras cabezas y nos gustaría poder cumplir? ¿Tantos como horas tiene el día? ¿Tal vez tantos como minutos? ¿Cuanto necesitamos para satisfacer nuestros deseos? ¿Sabemos que deseamos realmente?
Para satisfacer las dudas que los deseos nos plantean he creado este blog. Un espacio virtual donde cuestionar las preguntas que nos encontramos día a día en este mundo extraño y que nos hacen cuestionarnos nuestros deseos. Unos deseos participes de nuestro deambular en la tierra.
¿Qué queremos? ¿Una calle con nuestro nombre o la paz mundial? ¿Nosotros o ellos? ¿Los demás o yo? ¿El equilibrio o el caos? ¿Sabemos siquiera lo que es un deseo? Empecemos por ahí:
<El deseo es la consecuencia final de la emoción inducida en origen por la variación del medio. La cadena causa-efecto que le corresponde es la siguiente: Emoción>Sentimiento>Deseo.
A cada deseo le precede un sentimiento, se puede decir que al deseo sexual le precede un sentimiento de atracción: p. ej. Siento atracción hacia ti, ¿te apetece sexo? Las normas sociales actuales hacen imposible que esta frase sea de uso cotidiano, sobre todo por el miedo al rechazo. No obstante, el deseo —sea del tipo que sea— y su satisfacción, forman parte de la naturaleza humana. Satisfacer los deseos de forma adecuada implica el uso de la empatía para evitar agredir, y en consecuencia, provocar respuestas violentas en personas que, adecuadamente estimuladas, accederían sin problemas>>. Fuente:Wikipedia.
¿Sabemos ya que es el deseo? La Real Academia lo define como un movimiento afectivo hacia algo que se apetece, o como un impulso, excitación venérea. Tomemoslo en el amplio sentido de la palabra "desidium".
Y...,¿para qué tantos deseos? Al final siempre hay uno que sobresale de todos los demás. Uno solo que nos mueve a actuar. Uno solo que podemos cumplir, satisfacer, experimentar.
¿Has elegido ya el tuyo? Piensa en ello pues tan solo uno que desees por encima de los otros deseos te será concedido. Las señales están más cerca de lo que crees y la ayuda para lograrlo parte de tus propias manos. Cumple tu deseo. Piensa en una sola cosa que desees por encima de todas y te será concedida. Pero... ¿estás preparado para las consecuencias?

jueves, 16 de agosto de 2007