miércoles, 13 de febrero de 2008

Frases célebres IV

Frases de autor. Para que se sepa:
"No tengo nada que declarar, salvo mi ingenio". Oscar Wilde.
"Si los ríos y los mares son superiores a los arroyos es porque saben mantenerse siempre por debajo de éstos; por eso reinan sobre ellos". Lao Tse.
"Quien siempre desea, aspira y lucha merece recibir la salvación". Goethe.
"No malgastes la vida temiendo la muerte". Jack London.
"Un amor definido es un amor acabado". Berthet.
"No olvides que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos". Bernhardt.
"El amor es un intercambio de dos fantasías y el contacto de dos egoísmos". Auguez.
"Para que los hombres se comprendan no basta con emplear las mismas palabras referidas al mismo género de acontecimientos interiores. Las experiencias del hablante tienen que ser comunes con las de los otros hablantes". Nietzsche.
"Todo lo que existe en este universo es fruto del azar y de la necesidad". Demócrito.
"Posee mucho y vive confundido". Tao Te King.
"Uno no siempre puede hacer lo que quiere, pero siempre tiene derecho de no hacer lo que no quiere". M.Benedetti.
"Lo importante no es escuchar lo que se dice, sino averiguar lo que se piensa". Juan Donoso Cortés.
"El amor es lo único que crece cuando se reparte". Antoine de Saint Exupèry.
"No vemos las cosas como son; las vemos como somos". El Talmud.
"El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad en disfrutar lo que se obtiene". Ralph Waldo Emerson.
"Con el conocimiento se acrecienta la duda". Goethe.
"Los grandes intelectuales son escépticos". Nietsche.
"Aquellos que disfrutan durante mucho tiempo de privilegios como de los que disfrutamos nosotros, acaban olvidando con el tiempo a aquellos que murieron para ganarlos". F.D.Roosevelt.
"Si el error tiene una madre, esta madre es la rutina". Zamakhchari.
Y para finalizar la que me parece la mejor frase que he podido recoger.
Después que la iglesia le hiciera renegar sus afirmaciones sobre el giro de la tierra alrededor del sol y otros de sus estudios Galileo Galilei vino a decir una frase por la que pasaría a la posteridad.
"Y, sin embargo, se mueve".
Con esta frase instauró lo que sería la mentalidad de los científicos futuros. La búsqueda de la verdad y de la comprobación científica.

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